Las denominadas "Cajas Sensoriales" son recipientes que comportan materiales de diferentes texturas para que los niños puedan manipularlos y explorar. El diseño de éstas permite no sólo acercarles el entorno natural en el que se desenvuelven, sino también desarrollas ciertas habilidades motoras y estimular el sentido de la vista a través de la observación directa.
Cuando ofrecemos una caja sensorial a un bebé, le estamos aportando una gran variedad de posibilidades sensoriales y le estamos ayudando a descubrir parte del mundo que le rodea. Si realizamos esta actividad con niños que ya tiene adquirido cierto lenguaje verbal, les estamos ayudando a mejorar su capacidad de oratoria y a expresar mejor todo lo que experimentan.
Es una actividad muy completa, con la que podemos trabajar a través de los cinco sentidos y que suele ser temática. Cualquier objeto nos puede servir para formar una caja sensorial, pero hemos de prestar mayor cuidado si colocamos piezas pequeñas o elementos que puedan entrañar cierto peligro para los niños.
Sabiendo ya lo que es una caja sensorial, podemos comenzar a crear la nuestra. Para daros algunas ideas, os muestro varias opciones. Espero que os resulte útil este post.
- Cajas sensoriales estacionales: realizadas con elementos característicos de cada estación como frutos, hojas, arena, agua, flores...
- Cajas sensoriales navideñas: elaborada con objetos típicos decorativos de esta fecha tan característica.
- Cajas sensoriales de Pascua: compuestas por huevos de colores para encajar, césped, arroz o sal de color verde, conejitos, pollitos...
- Caja sensorial de Halloween: podemos emplear calabazas, arañas, una base de arroz teñido de negro...
- Caja sensorial de frutas: es idónea para trabajar el sentido del tacto y del gusto. Hemos de prestar atención a las posibles alergias de los niños.
- Cajas sensoriales de botes: compuesta por botes y tapas de diferentes tamaños con la finalidad de desarrollar la motricidad fina.
- Cajas sensoriales de colores: crear cajas con elementos de un sólo color es una buena idea para trabajar el círculo cromático.
- Cajas sensoriales de cuentos: cuando trabajemos un cuento, podemos hacer una caja sensorial con elementos relacionados con el mismo para fomentar así la lectura y hacerla más entretenida.
- Cajas sensoriales con alimentos: pasta, arroz, legumbres, harina, sal... todo lo que se os ocurra será ideal para trabajar a través del sentido del tacto.
- Caja sensorial de los planetas: es muy eficaz para tratar este tema y ayudar a los niños a reconocer cada elemento del Sistema Solar y su ubicación.
- Caja sensorial de la granja o la selva: compuesta por los animales más representativos de la granja o la selva y por elementos naturales como hierba, arena o maíz.
- Caja sensorial de dinosaurios: es ideal para acercar a los más pequeños el maravilloso mundo de los dinosaurios que tanto les suelen gustar.
Como habéis observado, podemos realizar cajas sensoriales con cualquier material y bajo cualquier temática.
Cuando ofrecemos una caja sensorial a un bebé, le estamos aportando una gran variedad de posibilidades sensoriales y le estamos ayudando a descubrir parte del mundo que le rodea. Si realizamos esta actividad con niños que ya tiene adquirido cierto lenguaje verbal, les estamos ayudando a mejorar su capacidad de oratoria y a expresar mejor todo lo que experimentan.
Es una actividad muy completa, con la que podemos trabajar a través de los cinco sentidos y que suele ser temática. Cualquier objeto nos puede servir para formar una caja sensorial, pero hemos de prestar mayor cuidado si colocamos piezas pequeñas o elementos que puedan entrañar cierto peligro para los niños.
Sabiendo ya lo que es una caja sensorial, podemos comenzar a crear la nuestra. Para daros algunas ideas, os muestro varias opciones. Espero que os resulte útil este post.
- Cajas sensoriales estacionales: realizadas con elementos característicos de cada estación como frutos, hojas, arena, agua, flores...
- Cajas sensoriales de Pascua: compuestas por huevos de colores para encajar, césped, arroz o sal de color verde, conejitos, pollitos...
- Caja sensorial de Halloween: podemos emplear calabazas, arañas, una base de arroz teñido de negro...
- Caja sensorial de frutas: es idónea para trabajar el sentido del tacto y del gusto. Hemos de prestar atención a las posibles alergias de los niños.
- Cajas sensoriales de botes: compuesta por botes y tapas de diferentes tamaños con la finalidad de desarrollar la motricidad fina.
- Cajas sensoriales de colores: crear cajas con elementos de un sólo color es una buena idea para trabajar el círculo cromático.
- Cajas sensoriales de cuentos: cuando trabajemos un cuento, podemos hacer una caja sensorial con elementos relacionados con el mismo para fomentar así la lectura y hacerla más entretenida.
- Cajas sensoriales con alimentos: pasta, arroz, legumbres, harina, sal... todo lo que se os ocurra será ideal para trabajar a través del sentido del tacto.
- Caja sensorial de los planetas: es muy eficaz para tratar este tema y ayudar a los niños a reconocer cada elemento del Sistema Solar y su ubicación.
- Caja sensorial de la granja o la selva: compuesta por los animales más representativos de la granja o la selva y por elementos naturales como hierba, arena o maíz.
- Caja sensorial de dinosaurios: es ideal para acercar a los más pequeños el maravilloso mundo de los dinosaurios que tanto les suelen gustar.
Como habéis observado, podemos realizar cajas sensoriales con cualquier material y bajo cualquier temática.
Comentarios
Publicar un comentario