Estimular el sentido del tacto y trabajar la motricidad fina desde edades tempranas es una de las mejores acciones que podemos ofrecerles a los más pequeños. Para ello, os propongo una actividad muy sencilla para la que necesitaréis, solamente, unas cintas adhesivas.
La idea es colocar trocitos de cinta en una superficie plana y que el niño intente despegarlas. Yo la he llevado a cabo con mi bebé de 10 meses y ha sido todo un éxito.