Estimular los sentidos del niño mediante elementos naturales siempre es una buena opción y una gran idea.
Nosotros esta vez nos hemos decantado por las frutas y concretamente por el limón. Aprovechando que estamos en verano, hemos creado una bandeja sensorial que lleva como base agua y a la que hemos añadido rodajas de limón de diferentes tamaños.
La idea ha sido muy bien acogida por nuestro peque y, aunque a veces es un poco reacio con las texturas nuevas, ha manipulado cada trozo de limón y se lo ha pasado genial a la vez que trabajábamos conceptos como dentro-fuera, el color amarillo y las formas y tamaños.