Hoy vengo a mostraros una propuesta que puse en marcha hace unos meses y que nos está funcionando muy bien.
Cuando mi peque comenzó a descubrir el poder de las ceras de colores y que podía pintar en cualquier parte de la casa, decidimos colocar en su mesita un cuaderno y dos bandejitas con pinturas. Cada vez que le veíamos coger un lápiz de color, le decíamos: pintamos en el papel.
Al momento lo interiorizó y derrocha tanto arte, que cada mes hemos de colocarle un cuaderno nuevo.
En esta libreta, él pinta cuando lo desea, ya que tiene todo el material a su disposición, pero también hacemos alguna actividad más marcada y guiada trabajando algún tema que le interese.
Aquí os dejamos algunas fotos y esperamos que la idea os sea útil.