Hace tiempo que descubrimos la marca Janod y desde entonces se ha convertido en la base tanto lúdica como educativa de nuestro pequeño. Cuenta con mucho material para trabajar a través de diferentes áreas e inteligencias múltiples, siendo juguetes muy duraderos, de calidad y versátiles, pudiendo adaptarlos a cualquier edad.
Hoy os venimos a enseñar parte de nuestro rincón de juego simbólico: nuestra cocinita, para la que sólo tenemos palabras de alago.
Sus colores cálidos aportan a la zona de juegos un toque de tranquilidad y bienestar. Sus acabados son perfectos, con una madera ideal para soportar el juego de los más pequeños y con unas esquinas redondeadas para evitar accidentes innecesarios, lo que proporciona una gran seguridad para los papis.
Es muy funcional y lo mejor es que se puede utilizar por ambos lados. La parte frontal cuenta con una cocina totalmente equipada: microondas, horno, armario despensa, fregadero y vitrocerámica con luces y sonidos (lo cual les ayudará a establecer una relación más estrecha entre su juego y el entorno que tiene más cercano, en este caso la cocina).
Por la parte posterior, encontramos una lavadora con estantes para ir colocando la ropita que vaya utilizando para jugar, el detergente, trapos... como si de una zona de lavado real se tratase.
Los armarios tienen puertas magnéticas, los botones giran y hacen sonidos, la vitrocerámica tiene luz y podremos escuchar cómo hierve el agua de nuestra pasta o el té. Todo ello hace que nuestro peque pueda asociar todo a la realidad que vive en el hogar y además:
- Desarrollará su creatividad e imaginación.
- Descubrirá el juego simbólico y sus múltiples posibilidades.
- Adquirirá una mayor autonomía y maduración de sus acciones y movimientos.
- Interiorizará nuevas palabras, ampliando así su vocabulario y con ello mejorando su lenguaje.
- Sabrá diferenciar diferentes escenarios del hogar y reconocerá y asociará diversas acciones.
- Expresará emociones, lo cual nos ayudará a trabajar a través de ellas temas como la frustración, el miedo, la alegría...
Como podéis observar, nosotros contamos con juguetes que imitan alimentos como frutas, verduras, pan, conservas... pero no hay nada que nos guste más que aportarle realidad y crear situaciones que ayuden al niño a prepararse para la vida práctica, tal y como describía Maria Montessori.
Por ello, utilizamos el fregadero para realizar trasvase de líquidos, servir con nuestra jarra o limpiar los utensilios. Además, en nuestras ollas y sartenes colocamos pasta, legumbres o arroz, los cuales usamos para realizar trasvases de sólidos, servir con las cucharas, repartir en platos... Todo ello nos ayuda a estimular habilidades y la motricidad fina y gruesa, a realizar movimientos más complejos, a desarrollar la pinza y la coordinación óculo-manual, a trabajar la paciencia y la perseverancia...
Son muchos los beneficios que nuestro peque está adquiriendo desde que contamos con esta cocinita en nuestra "play room" y estamos seguros que volveremos a confiar en Janod para su desarrollo.
Muchas gracias de nuevo a la marca y a una de nuestras personas favoritas por volver a confiar en nosotros.