En las denominadas pedagogías alternativas es muy común encontrarnos con todo tipo de material didáctico y sensorial.
Hoy
voy a hablaros de las botellas sensoriales y de cómo podéis
crearlas vosotros mismos.
La
estimulación sensorial juega un papel fundamental en el desarrollo
de los más pequeños. Si sabemos establecer una frecuencia, una
intensidad y una duración adecuada a la hora de ofrecerles un
material didáctico, estaremos contribuyendo, de manera muy
favorable, en su desarrollo cerebral. Las botellas sensoriales tienen
un alto valor estimulante para los niños y podemos comenzar a
utilizarlas desde edades tempranas (alrededor de los 4-5 meses).
Están basadas en el Método Montessori y con ellas podemos trabajar,
a través de los sentidos y de forma transversal, todas las temáticas
posibles que se nos ocurran (colores, estaciones, cuentos,…) y
ayudará al niño a:
Manipular nuevos materiales y objetos.
Estimular todos sus sentidos.
Perfeccionar la pinza (movimiento que se realiza con el dedo índice y pulgar para coger un objeto).
Coordinar movimientos.
Mejorar la motricidad fina y gruesa.
Desarrollar la atención y concentración.
Estimular su curiosidad y su capacidad de exploración y experimentación.
Aprender a relajarse y mantener la calma.
Elegir el envase adecuado
Como en todo material que elaboremos, ha de predominar la seguridad del niño, por lo que es necesario tener en cuenta algunos aspectos a la hora de elegir los envases adecuados para crear nuestras propias botellas sensoriales.
Han de ser de plástico y hemos de evitar cualquier tipo de metal o cristal. El objetivo es que niño pueda manipularlas y disfrutar de ellas sin ningún peligro.
Han de ser transparentes para que el niño pueda observar de manera clara el contenido de la misma.
Es importante que no sean de tamaño muy grande. Las botellas pequeñas serán más atractivas y el niño de edad temprana podrá manipularlas de forma más cómoda.
Hemos de asegurarnos de que el tapón se ajuste adecuadamente a la botella y una vez elaborada, sellarlo con silicona para evitar desprendimientos o roturas innecesarias.
Cómo hacer nuestras botellas sensoriales
Para llevar a cabo la creación de este material, hemos de disponer de un material específico pero fácil de adquirir.
Material necesario
Botellas pequeñas transparentes.
Agua
Lentejuelas
Pistola de silicona
Otros elementos (bolitas y cuentas pequeñas, hojas, arena, piedras, arroz, legumbres, algodón…)
Elaboración
Si nos disponemos a realizar nuestras botellas sensoriales con envases utilizados (botellas de agua, por ejemplo), hemos de limpiarlas bien y dejarlas secar.
Distribuir los elementos que vamos a colocar en cada botella para visualizar mejor el proceso de creación.
Colocar en cada botella el material que deseemos (piedras, arena, arroz…). No llenéis el envase. Yo suelo colocar los elementos de tal forma que ocupen ¼ o ½ de la botella con la finalidad de que ésta realice sonidos al agitarla y así estimular con ella también el sentido auditivo.
Poner silicona en el interior del tapón y cerrar la botella.
Esperar unos segundos a que la silicona enfríe y ya podréis agitar vuestras botellas.
Nosotros esta vez hemos optado por prepara una botella para trabajar Pascua, otra con abalorios de madera, otra de color azul para descubrir este color y una última con agua y lentejuelas de colores primaverales. Además de ello, os damos más ideas para que podáis diseñar las vuestras.
Variantes e ideas
Botellas
con agua
Una de las opciones que podéis llevar a cabo es elaborarlas con agua y añadir un poco de purpurina para darle color.
Si deseáis hacer botellas de colores, yo suelo emplear agua y un poco de colorante alimenticio. Si no disponéis de colorante, podéis usar también un poco de pintura de dedos o acuarelas.
Personalmente no me gusta añadirle ningún otro elemento con gel (gomina) o aceite corporal infantil, creo que la mezcla de agua con los elementos que queramos ya le aporta un buen resultado.
A continuación, os enseño algunas de las botellas que he elaborado:
Botellas naturales
Disponemos a nuestro alcance de un maravilloso mundo natural del que poder adquirir innumerables beneficios para estimular a nuestros pequeños. Para elaborar nuestras botellas sensoriales con material natural, solamente será necesario salir al exterior y observar la naturaleza. Algunos de los elementos que podéis introducir en las botellitas son:
Hojas secas.
Piñas pequeñas.
Piedrecitas.
Palos de diferentes longitudes.
Plumas de algún pajarito que podamos encontrar.
Arena de playa.
Conchas.
Semillas
Botellas con alimentos
Existen frutos o semillas que nos pueden servir también a la hora de elaborar las botellas sensoriales (recordad que tenéis que usarlos en crudo). Con ellos conseguiremos no sólo un atractivo resultado, sino también, una sonoridad diferente en cada botella que le aportará al niño una gran atracción y estimulará su sentido auditivo. Algunos de estos alimentos son:
Arroz.
Legumbres (garbanzos, lentejas, judías...).
Avellanas.
Maíz.
Sal o azúcar.
Pasta.
Como idea extra, podéis teñir el arroz o la pasta con colorante alimenticio o pintura de dedos (témperas) para darle un poco más de color y trabajar este tema de forma transversal.
Botellas sensoriales con otros elementos
Como podéis observar, podemos realizar nuestras botellas sensoriales con elementos muy variados y de diferentes texturas. Además de los que ya os he mencionado, podéis utilizar también:
Algodón.
Pompones de colores.
Gomas pequeñitas.
Depresores o palitos de helados.
Abalorios.
Trocitos de papeles
Purpurina.
Lentejuelas.
Bolitas de porexpán.
Cascabeles.
Plumas de colores.
Botones.
Recordad que siempre tenéis que sellar el tapón a la botella con silicona para evitar posibles peligros o desprendimientos. Espero que os haya aportado muchas ideas esta entrada del blog y os animéis a crear vuestras propias botellas sensoriales.
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